jueves, 16 de octubre de 2014

La organización del Estado Nacional

La Argentina en la segunda mitad del XIX
Luego de la caída de Rosas, el actual territorio Argentino estuvo dividido en dos Estados diferentes: Buenos Aires y La Confederación. Ésta última dictó una Constitución en 1853. En 1862 tras dos batallas (Cepeda y Pavón), ambos Estados se unificaron en lo que hoy conocemos como La República Argentina, adoptaron y reformaron la Constitución de 1853 (en ella se fomentaba la inmigración), y así se inició el proceso de formación del Estado Nacional. Este proceso implicó la creación de leyes, del Ejército, la represión de la disidencia interna al Estado Nacional (los caudillos y sus montoneras federales), el asesinato y expulsión de los indígenas de sus tierras (La "Conquista del Desierto"), la fijación de fronteras (Guerra del Paraguay), el establecimiento del modelo agroexportador y el fomento de la inmigración para aumentar la cantidad de mano de obra para trabajar en nuestro país. 
En 1880 fue derrotada la última disidencia, la de Buenos Aires, encabezada por Carlos Tejedor, esta provincia se negaba a ceder parte de su territorio como capital de la Nación. A partir de 1880 se inauguró la "República Conservadora" o Régimen Oligárquico, porque el poder permanecía en manos de la clase dominante vinculada al Modelo Agroexportador. Esto era posible gracias a ciertos mecanismos: el control de la sucesión, por la cual el Presidente, prácticamente designaba un sucesor; otro mecanismo era la intervención federal, que le permitía al Poder Ejecutivo Nacional, intervenir en aquellas provincias en las que no había un gobernador aliado y colocar otro; por último, el fraude electoral que se daba gracias a la existencia del voto cantado, consistía en hacer votar varias veces a la misma persona, emitir el sufragio de una persona fallecida, obligar o persuadir a alguien de que vote un partido determinado. De este modo, hasta 1916, a pesar de que había sufragio universal, en los hechos, no existía una participación real del pueblo.
En 1890, luego de una crisis política en el Gobierno de Juárez Celman, surgió la Unión Cívica Radical, partido político integrado por personas de clase media y por aquellos de clase alta que habían quedado afuera del Régimen oligárquico. Este partido político comenzó a reclamar el sufragio efectivo sin fraude y secreto a través de revoluciones armadas y la abstención electoral.
Paralelamente a este proceso de restricción política, se producía la llegada de inmigrantes europeos, algunos se instalaron en el campo como chacareros (arrendaban una parcela a un terrateniente) o peones, muy pocos pudieron adquirir una parcela propia, porque las mejores tierras estaban en manos de los terratenientes. La mayoría de los inmigrantes (italianos, españoles, ruso-judíos, sirio-libaneses), se instalaron en las grandes ciudades de la región pampeana. Muchos ingresaron al mundo del trabajo y sufrían pésimas condiciones laborales, esto los llevó a organizarse en sindicatos (de tendencia anarquista, sindicalista o socialista) y/o partidos políticos (como el Partido Socialista). Fueron víctimas de la represión directa y de leyes como la Ley de Residencia  (1902) y la de Defensa Social (1910), que incluían la cárcel y la deportación por difundir ideas anarquistas.
En los inicios del siglo XX, hubo un conflicto dentro de la oligarquía en el que se diferenciaron dos sectores: uno más conservador (encabezado por Roca) y otro reformista (encabezado por Sáenz Peña, Pellegrini). El motivo que los enfrentaba: el sector roquista no veía necesaria una reforma del sistema político, pretendía continuar con el fraude y la represión al movimiento obrero. En cambio, el sector reformador, comenzó a percibir que, si no modificaba algo, sus días en el poder estaban contados y corrían el riesgo de avivar aún más el estallido social. Finalmente triunfó este sector y se sancionó una ley que terminó con el fraude electoral: la Ley Sáenz Peña, en 1912, que estableció el voto secreto, obligatorio, universal (para los hombres mayores de edad), la representación de la primera minoría en el Parlamento y el empadronamiento electoral basado en el padrón utilizado para el servicio militar.
De este modo en 1916, la UCR, triunfó en elecciones populares, llegando Hipólito Yrigoyen a la Presidencia de la Nación.

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lunes, 6 de octubre de 2014

La Historia de la Antigua Grecia

 La Odisea: Entre la Época Micénica y la Homérica

Se dice que Homero fue quien compiló las historias recitadas por los aedos (narradores itinerantes que relataban cuentos en la Grecia Antigua, acompañaban con música).
En esta obra se describen las desventuras de Ulises en su regreso a Ítaca, tras la Guerra de Troya. Tanto "La Ilíada" (donde se relata la Guerra de Troya), como La Odisea, son fuentes históricas fundamentales, sus poemas provienen de la oralidad y fueron transmitidos a través de generaciones. A través de ellos los historiadores han podido adentrarse en las Épocas Micénica (entre el 1600 a.C. y 1200 a.C circa) y Homérica (entre el 1200 a.C. y el 800 a.C. circa) de la historia de Grecia Antigua. La Ilíada y la Odisea, relatan sucesos ocurridos en la Época Micénica, caracterizada por la hegemonía Aquea, el predominio de la ciudad de Micenas, la importancia de los palacios-fortalezas y sus talleres artesanales, la centralización del poder en manos de los Basileus (reyes), Ulises era uno de éstos. Sin embargo, la aparición de ciertas referencias y costumbres, permiten a los historiadores inferir que en realidad estos poemas, fueron registrados con posterioridad, por eso se relacionan con la "Edad Oscura" o Época Homérica, luego de la invasión doria. Este era un período en el cual no existía una forma de gobierno centralizada, la sociedad estaba organizada en oikos, que eran comunidades independientes, con lazos familiares, jefes y que posteriormente, dieron origen a las polis.




La Historia de Grecia Antigua